Maria Jose Mascaro

MAR�A JOSÉ MASCARO: “CUANDO LOGRÉ BAJAR 12 KILOS, QUEDÉ EMBARAZADA�

Esta ingeniera comercial de 32 años, de pesar 50 kilos, casi supera los 70. Subió de peso, cuando optó por dejar su vicio por los cigarros y cuando conoció a su marido, quien de profesión es chef. Con un su sobrepeso, quería ser madre, pero no logró hasta que comenzó una dieta equilibrada. Esta mujer de 33 años es un claro ejemplo de que un cuerpo sano y una dieta equilibrada contribuyen en la fertilidad de las mujeres.

Por Periodista Daniela Toro

Para María José la comida nunca fue su debilidad. Eso hasta que conoció un chef, un hombre llamado José Luis, quien la conquistó con dulces recetas. Tentadores platos y postres que luego se convirtieron en kilos demás, pero que el amor ocultaba perfectamente. Es que con el paso de los años ese amante de la cocina se convirtió en su marido. Ella sin darse cuenta y midiendo por lo menos, 30 centímetros menos que él, comenzó a comer las mismas porciones que su esposo. Fue así como comenzó a aumentar sus tallas, llegando a pesar 68 kilos. De usar talla 36 de pantalón, llegó a los 44- 46.

Esta joven de ahora 32 años, no se sentía bien con ella misma, no tenía ganas de comprarse ropa y mucho menos de lucir linda. Mientras ella estaba con serios problemas de autoestima, su marido agregaría otra preocupación a su vida: ser madre. Durante un año intentaron formar familia, hasta que se dieron cuenta que cada vez se volvía más difícil. La madre de María José la interpelaba a preocuparse por su apariencia, porque luego con el embarazo su cuerpo cambiaría. A veces, de forma directa la increpaba “con esos 71 kilos, no se te ocurra quedar embarazadaâ€�.

Con indicios de una depresión, María José comenzó a buscar por sus propios medios, diversas formas de perder kilos. Dejó de comer e hizo cuanta dieta vio en internet. Tratamientos que la tenían más cansada y fatigada de lo habitual. En cuanto al peso, la mayoría de ellas la ayudaron. Pero al cabo de una semana, volvía a subir todo lo perdido. Todos su cercanos, incluso su familia le hacían saber que estaba “más gorda�…

Busco, busco y no encuentro

Cansada de hacer dietas y de dejar de comer, esta ingeniera comercial recurría ahora a otro método. Nada más y nada menos que la hipnosis. Es que antes esta técnica la había ayudado a dejar el cigarrillo y ahora ella esperaba los mismos efectos. Pagó 100 mil pesos por una sesión que prometía volverla a sus 50 kilos, pero de eso nada. Dice que todo lo contrario, su ansiedad aumentó tras este procedimiento.

Apoyo de su marido

José Luis para ayudarla, se puso a dieta junto a ella. Comenzaron a cambiar hábitos alimentarios. Ya no comían fuera de la casa como solían hacerlo, ahora elaboraban sus alimentos en casa, cada vez más cerca de las frutas y las verduras. Dejó de consumir pan, bebidas y chocolates. Esta nueva forma de comer, ayudó a María José…Por fin bajaba 5 kilos y para qué decir su marido. Él fue quien redujo más tallas, con mucha más facilidad que ella.

Esta mujer seguía su dieta, pero aún no cabía en esos jeans de antaño. Su peso se estancó y sus cercanos le recomendaron que visitara un nutricionista. Tenía miedo de ir donde un profesional, porque pensaba que sólo se moriría de hambre.

Ida a nutricionista

Así llegó al Centro Dyet. Comenzó a seguir un tratamiento con la nutricionista Katherine Larraguibel y los cambios fueron inmediatos. El primer mes bajó 4 kilos con una alimentación cuyo principal objetivo fue acelerar ese metabolismo estancado. Ahora debía comer cada tres horas, no podía consumir nada con aceite y en una primera etapa, los carbohidratos estaban prohibidos. Luego, con el paso de los meses y tras avanzar en este trabajo, incorporó hidratos de carbono integrales.

Con este tratamiento María José volvió a recobrar la confianza en ella misma, ahora se sentía más segura. Paralelo a ello, junto a esposo seguían buscando convertirse en padres. Incluso el ginecólogo los envió a un especialista en fertilidad. Pero cuando estaba a punto de comenzar un tratamiento, llegó ese bebé que tanto ansiaban. Y a esas alturas ella ya había perdido más de 12 kilos.

Esta joven asocia este milagro a dos principales factores. Uno que dice relación con su organismo y el otro, el que para ella es el más trascendental: su mente. Con varios kilos menos, María José recobraba su seguridad y cuerpo de antes. Por fin lograba sentirse segura y preparada para asumir uno de los desafíos más importantes en la vida de cualquier mujer, ser madre…